martes, 17 de enero de 2023

Intolerancia con los intolerantes

 

La degradación de las prácticas democráticas en Bolivia se ha visto exacerbada por el bajísimo nivel cultural que caracteriza a un numero cada vez mayor de políticos de la oposición como del oficialismo muchos de los cuales llegan a sus espacios parlamentarios luego de una carrera de servilismo a sus superiores y no por ningún mérito propiamente político, académico o de cualquier índole cualitativa.

Esto ha deteriorado por completo la calidad del debate político reemplazándolo por la repetición obsesiva de insultos y descalificativos a tal punto que ha hecho desparecer la verdadera confrontación de ideas así como las propuestas generadas en los espacios legislativos hoy en día reducidos, más que nunca, a momentos donde se levanta la mano con obsecuencia y sin debate.

Mediante las plataformas digitales muchos políticos consideran que incursionar en el terreno del histrionismo barato, apareciendo bailando, contando chistes o disfrazados puede llegar a constituir una acción de comunicación política, pero en la mayoría de los casos pecan de frivolidad y mal gusto. Pero los hay también violentos intolerantes.

El más reciente ejemplo de dislates sin control es la “propuesta “ hecha por el diputado suplente Rolando Cuellar,  del MAS, en sentido de “procesar a los cívicos y otros que hablen a nombre de pueblo, porque no pueden alzar el nombre de un departamento cuando no fueron electos democráticamente”.

“Estamos presentando un proyecto de ley (para) que aquel boliviano que no tenga representación legal y no sea elegido por el pueblo boliviano, será procesado penalmente por terrorismo, alzamiento armado, y organización criminal” dijo el diputado muy suelto de cuerpo y sin medir , suponemos, la envergadura de la hiperbólica amenaza y lo profundamente ignorante y anti democrático de su extravagante propuesta.

Convencido que de que por haber sido elegido indirecta o directamente mediante el voto popular el diputado que hace gala de una prepotencia rara veces vista, incluso en la democracia de fachada que aun finge existir en Bolivia. Amenazando sin disimulo, cree que solo el es el pueblo y que todos los otros no deberían tener ni siquiera derecho a hablar.

 Pero exactamente ¿ quién se cree este sujeto,  que vive de los impuestos que pagan el resto de los ciudadanos, aun lo que no votaron por él ni su partido? ¿De qué clase de trastorno padece para proponer legalizar privar de sus derechos constitucionales, de sus libertades fundamentales , de su libre albedrio y libre expresión a otros tan ciudadanos como cualquiera?

El populismo podría enriquecer la convivencia en sentido de incluir la retorica popular y nacional con figuras menos académicas y acartonadas, con expresiones del pueblo, con ingredientes coloquiales y expresiones de sabiduría popular. Pero hablar y proponer como no lo haría ni un caballo empobrece profundamente un escenario ya muy esmirriado en otra cosa que no sea el compulsivo recurso de exhibir odio, resentimiento y miseria.

Como lo señala la conocida paradoja propuesta en 1945 por el filósofo austriaco Karl Popper, “una sociedad que manifiesta una tolerancia ilimitada pone en riesgo la existencia de dicha tolerancia. Esto, debido a que extender dicha indulgencia total a los y las intolerantes, significaría darles la oportunidad de destruir a los tolerantes, y con ello, la tolerancia en sí.”

Lo que queda de nuestra sociedad no puede seguir tolerando la brutalidad física, retórica y seudo judicial de forajidos como el diputado Cuellar.

domingo, 4 de abril de 2021

La pandemia, la economía, los derechos humanos y el medio ambiente son las urgencias

A días de cumplir 5 meses, la gestión del Movimiento al Socialismo encabezada por el Sr Morales Ayma y el Sr Arce Catacora parece encaminada a ser una peor copia de la que colmó la paciencia de los bolivianos luego de 14 años de abusos. Preocupa que el gobierno este ocupado en cualquier cosa menos en resolver los desafíos que priorizan todos los gobiernos del mundo, luego de un año considerado uno de los más difíciles de la historia reciente de la humanidad.

1.- Por increíble que parezca, fingir ignorar la pandemia y sustituirla por retorica política es básicamente lo que el gobierno ha definido como mecanismo para enfrentarla. Siguen los contagios, las muertes, pero el ministerio de salud es gobernado por la política más que por el objetivo de controlar el mal y aliviar el sufrimiento de quienes lo padecen. Atacando y restringiendo los derechos constitucionales de los médicos, con indiferencia ante el dolor, el Señor Arce llegó al extremo de decir en plena campaña electoral que “si no hay coordinación con las autoridades departamentales ni municipales, no van a llegar las vacunas” afirmación que varios analistas han coincidido constituiría por si sola un canallesco chantaje y evidencia suficiente para un juicio de crimen de lesa humanidad, categoría que no prescribe, aun si se grita mil veces “ fue golpe”

2.-No existe indicador económico que no refleje el impacto de la pandemia a nivel macroeconómico como en la realidad cotidiana de los bolivianos que ven como cada día se cierran más empresas y aumenta el desempleo. El PIB tuvo un decrecimiento del 8.4%, el desempleo urbano se ha triplicado mientras el subempleo ha aumentado cuatro veces. Frente a este complicadísimo panorama, con un nivel decreciente de las Reservas internacionales, que disminuyeron en 1000 Millones en relación al año pasado, y la reducción de las reservas de gas, la única respuesta del régimen ha sido imponer un presupuesto que disminuye el gasto en educación luego de un año prácticamente sin clases, otorgar un bono financiado con deuda y, en esencia, planificar solo una cosa: el endeudamiento de Bolivia y hablar de “golpe”.

3.- El gobierno ha mostrado en muy poco tiempo su falta de voluntad para respetar los derechos humanos recurriendo a la grosera manipulación de la justicia como mecanismo de persecución y criminalización de la política y de restricción de los derechos individuales. Esta permanente maniobra que encabeza el ministro de justicia en persona, tiene en la ex presidente constitucional Añez, algunos de sus ministros, así como generales de las fuerzas armadas y de la policía las victimas principales, cuya situación jurídica y carcelaria ha sido denunciada internacionalmente, todo con el objetivo de construir una posverdad sobre algo que incluso por escrito fue desmentido por el propio Sr. Morales, el supuesto” golpe”.

4.- Por si todo esto fuera poco, estos meses de gobierno del Sr Morales y del Sr. arce parecen ratificar la alevosa y deliberada política de destrucción del medio ambiente y de los genuinos recursos naturales de los bolivianos. La pandemia ha sido la situación ideal para que se prosiga con la quema descontrolada en gran parte del territorio y con una política de avasallamientos en municipios y áreas protegidas de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija que se han sumado a la deliberada acción de desmantelamiento de la institucionalidad del INRA y del SERNAP que incluso Morales respetó. Un verdadero golpe.

Instamos al gobierno a gobernar asumiendo su responsabilidad en materia de salud, economía, derechos humanos y medio ambiente que son los verdaderos problemas que enfrenta el pueblo boliviano y poner fin a una majadería estéril sobre una posverdad cuya consistencia se derrumba. No ocuparse de los verdaderos problemas, solo para agendar una narrativa falsa, es un acto de traición a los que votaron por el MAS y a quienes no lo hicieron y serán los propios gobernantes los que pagarán el precio de este desatino.  La Paz, marzo 28, 2021

Luis Eduardo Siles

Sobre la detención de Jeanine Añez

La ilegal, arbitraria y aberrante aprehensión de la ex presidente constitucional Jeanine Añez Chávez y de los ex ministros Álvaro Coímbra y Rodrigo Guzmán, así como de líderes de la sociedad civil como Yesid Molina en el marco de una campaña desatada por el gobierno en contra de la democracia y la libertad, nos obliga, luego de nuestro comunicado del 11 de marzo, a fijar nuevamente nuestra posición:

1.- Por primera vez en la historia de América Latina se pretende criminalizar la sucesión constitucional, figura que se dio luego del fraude de 2019, las protestas masivas, y la renuncia y fuga de Evo Morales y García Linera.

2.- Llama poderosamente la atención que, sin existir mandamiento de apremio ni citación previa, violando las garantías constitucionales de la ex presidente se proceda no solo a un arresto violento, amedrentando a su familia, sino que se la someta al maltrato deteniéndola en la carceleta de la fiscalía y se utilice el surrealista argumento de que se la ha detenido como ex senadora y no como ex presidente. Esto es una humillación a la persona de la ex presidente pero también a todas las mujeres de Bolivia y todos los bolivianos de bien.

3.- El señor Arce y su gabinete están jugando con fuego. Intentan relativizar su derrota electoral en las subnacionales amenazando no solo los principios del estado de derecho, creando una fábula de hechos que fueron legitimados por su propio partido y por la asamblea -que siguió no solo funcionado sino aprobando leyes-, y amenazan la convivencia pacífica entre bolivianos. Bien harían ellos y el sr Morales Ayma de tener presente la conocida advertencia de Confucio: “antes de embarcarte en un viaje de venganza cava dos tumbas “.

4. Respaldamos jurídica, política y moralmente en forma inequívoca a la ex presidente Añez y todas las demás víctimas de la cobarde represión que violando todo derecho constitucional se a instruido por parte del sr Arce Catacora.

                                                                                                          La Paz, marzo 13, 2021

 

Luis Eduardo Siles

El odio no debe imperar

 La ilegal aprehensión del almirante Flavio Gustavo Arce San Martín, así como la orden de detención dictada en contra del General de Ejército Williams Kaliman y el de policía Yuri Calderón y otros, en el marco de una campaña desatada por el gobierno en contra de la democracia, la Policía y las Fuerzas Armadas, nos obliga a fijar claramente nuestra posición como partido político democrático.

1.-La narrativa sobre un supuesto “golpe “en noviembre de 2019 es una burda manipulación de la verdad histórica que el régimen pretende instalar para intentar disimular su inoperancia en materia económica y su falta de resultados en materia de salud y vacunación. Lo que hubo es una legitima insurrección popular masiva producto de la indignación por un fraude electoral organizado por el MAS que ya había irrespetado el resultado de un referéndum nacional y la cobarde fuga de Evo Morales, García Linera y otros, precedida de sus renuncias.

2.- Hoy el régimen pretende vengarse de los mandos policiales y militares que se negaron a reprimir para imponer su fraude y que estarán siempre en la memoria del pueblo boliviano y paceño en particular por que cumplieron con su deber constitucional y condición de bolivianos de honor y de bien evitando actos terroristas y baños de sangre de imprevisibles consecuencias.

3.- El señor Arce y su gabinete están jugando con fuego. Intentan relativizar su derrota electoral en las subnacionales amenazando no solo los principios del estado de derecho, creando una fábula de hechos que fueron legitimados por su propio partido y por la asamblea -que siguió no solo funcionado sino aprobando leyes-, y amenazan la convivencia pacífica entre bolivianos. Bien harían ellos y el sr Morales Ayma de tener presente la conocida advertencia de Confucio: “antes de embarcarte en un viaje de venganza cava dos tumbas “.

4. Respaldamos en forma inequívoca a los policías y militares patriotas de Bolivia. Así mismo saludamos con respeto y admiración a esta esta dama, amparo de la libertad nacional como es Doña Amparo Carvajal quien, a la cabeza de la Asamblea permanente de derechos humanos, ha llamado a defender a nuestras instituciones, llamado al que nos adherimos con convicción y entusiasmo.

¡Viva Bolivia!                                                                                                La Paz, marzo 11, 2021

Luis Eduardo Siles

lunes, 10 de agosto de 2020

Carta abierta a la Presidente Jeanine Añez

La Paz, 6 de agosto de 2020            

Señora                                                                                  

Jeanine Añez

Presidente Constitucional Interina

Presente.-

 

Excelentísima señora Presidente  :

Me dirijo públicamente a su autoridad con el objeto de hacerle conocer mi criterio personal e institucional sobre la actual coyuntura  y específicamente sobre las elecciones y su candidatura a la presidencia.

De confirmarse la misma se convertiría usted en el segundo presidente de este siglo en candidatear a la presidencia estando en funciones. El otro fue Evo Morales Ayma. Durante el siglo pasado un solo caso excepcional confirma la regla, el de la reelección inmediata de 1964 que como es de su conocimiento, sumió al país en 18 años de autoritarismo con episódicos  paréntesis democráticos.

De las 19 constituciones bolivianas, 13 prohibían la reelección inmediata y en nuestra turbulenta historia la reelección inmediata es un fantasma que se ha presentado en innumerables oportunidades pero que los bolivianos creíamos ya derrotado hasta la constitución de 2009, hecha a la medida y con los métodos de Evo Morales, sobre los muertos de la Calancha y con las conocidas anomalías que una constitución aprobada en un cuartel puede adolecer.

Es por eso señora Presidente que cuando Ud. asumió la presidencia en noviembre de 2019 fuimos millones los que apoyamos con entusiasmo el inicio de su gestión y las perspectivas de revertir el nefasto legado del masismo en lo económico e institucional pero sobre todo en lo moral y ético.

Requerida su opinión sobre la postulación, negó Ud. tres veces la posibilidad de, en sus propias palabras, “aprovecharse”.

 Esto fue lo que usted  dijo  : "Lo que particularmente yo quiero es cumplir con Bolivia, no estar aprovechándome de una situación y decir, ¡ah yo también podría ser candidato y me aprovecharé de eso!, porque creo que sería deshonesto “ (Página 7)  "Por ahí dicen que yo estaba buscando candidaturas es una especulación de muy mal gusto porque yo de mi boca ni en mi pensamiento lo pensé, no sería honesto “ (Red Uno) y “Yo no tengo ningún cálculo político y creo que esa es una bendición para mí, no decir: ‘voy a sacar rédito de toda esta etapa que me está tocando vivir como Presidenta’, no” (PAT, No mentiras)

Personalmente debo decir que le creí cuando la escuche pronunciar estos enfáticos y en un par de casos, llorosos desmentidos. Le creí porque es obvio que la misión de quienes resistimos durante 14 años al masismo es demostrar que se puede construir una nueva Bolivia en base no solo a la institucionalidad sino a la coherencia y a la integridad.

 Estábamos todos hartos del nivel de descaro y cinismo que caracterizó a Morales, Linera y sus adláteres y veíamos en Ud. la encarnación de un renacimiento moral, la idea de que la política, aunque tan desafiante, puede ser habitada por personas con principios y palabra.

Pero el problema no se limita a que Ud. dijo eso e hizo otra cosa, sino que con esto está usted poniendo en tela de juicio  la lucha de 14 años, y dándole a Evo Morales y el MAS, una excelente noticia  porque  su decisión, en palabras del ex presidente Jorge Tuto  Quiroga “normaliza y valida sus prácticas prorroguistas, además que los blinda de rendir cuentas ante la justicia por 14 años de latrocinio, corrupción y violencia. Una administración transitoria, con respaldo externo e interno, puede denunciar y acusar al MÁS por sus actos dolosos. Un gobierno en campaña pierde la legitimidad y el respaldo para procesar contrincantes, por grotescos que hubiesen sido sus actos dolosos. El candidato Arce, el mismo Evo, y sus acólitos, tendrán ahora más impunidad que la que buscaban mediante ley.”

No se ha dado inicio a los proceso de investigación de los crímenes de lesa humanidad y de las violaciones a los derechos humanos de más de  una década y mucho menos a las   auditorias jurídico financieras y administrativas  de los 14 años más corruptos de nuestra historia.

Ni siquiera se ha dignado Ud.  Revertir algunas de las medidas más espectacularmente atroces de la era de Evo Morales como el DS 23973 que, al autorizar las “quemas controladas” posibilitó los mortíferos incendios de la Chiquitania boliviana, los más devastadores de toda nuestra historia.

“En lo económico la bonanza es solo un recuerdo, el gasto público se desbocó, las reservas internacionales monetarias están declinando, y el déficit fiscal es el más alto de la región, exceptuando Venezuela.  A un gobierno de transición no se le exigiría que atienda estos problemas pero al estar en campaña, toda decisión económica tiene el interés de su candidatura y no el de la nación como prioridad.”

De hecho, a pesar de la crisis, no se iniciado un proceso de reducción del gasto público y 6 meses después de su llegada al gobierno es razonable especular que más de dos tercios de las instituciones siguen administradas por los que durante 14 años no tuvieron ni Dios ni ley y no se ha iniciado siquiera el recuento de los daños, ni de los robos.

Todo esto  señora Presidente,  es extraordinariamente preocupante y grave en sí mismo. Si a estos elementos le agregamos el inédito y gigantesco desafío de la administración del estado en épocas de pandemia, realmente es difícil encontrar las palabras para calificar el cepo político, jurídico, económico y hasta  existencial que Ud. se colocado así misma al proclamarse candidata.

Ser simultáneamente jefa de gobierno y candidata, obviamente le resta fuerza, liderazgo y norte  a ambos roles y le hace parecer  cada vez más como un  instrumento de su entorno, los únicos beneficiados de este incordio y los que, presumiblemente, son los que presionaron su decisión e impiden la retire.

Esto es lo que el señor Samuel Doria Medina, que se desempeña hoy como un vocero informal del gobierno, con autoridad pero sin responsabilidad, dijo de su candidatura antes de ser el mismo propuesto como aspirante a vice presidente :  Me opongo a la reelección porque cuando los gobernantes van a una elección usan los recursos del Estado para su candidatura, ya estamos viendo en la propaganda aparentemente sobre las obras del gobierno, pero que en realidad son parte de la campaña de Jeanine Añez, eso me hace recuerdo de lo que veíamos de Evo Morales”. (Página siete), llamando incluso a “defender la democracia” y calificando la relección de “maldición” (Correo del Sur)

Qué clase de autoridad moral puede tener una persona, Señora presidente, que censura determinada acción pero si invitado a sumarse a la misma la aplaude, y asume la posición contraria, no por un legítimo y fundamentado cambio de opinión sino por mero interés personal, ni siquiera con algún grado de representatividad  de algo o alguien sino solo por conveniencia individual, es como quien censure el robo pero si le dan parte del botín lo aplaude!

El sistema político colapsó a principios de siglo, entre otras cosas por ese tipo de incoherencias e inconsecuencias. Porque la política no puede ser una acto de bufonería, ya que ello conlleva el descredito del sistema y eso trae como resultado el socavamiento institucional, la violencia y el ascenso de populistas demagogos como Evo Morales y Álvaro García.

La reelección inmediata  suele atentar contra los principios de igualdad, equidad e integridad en la contienda electoral, al dar lugar a un ventajismo indebido a favor del presidente en funciones, en desmedro de los demás candidatos y es lo que vimos en todos los ámbitos durante 14 años y en contra de lo cual el pueblo boliviano se rebeló. Es más, la reelección ha sido en nuestro país y en América latina el camino más seguro al enfrentamiento, la violencia y al retroceso institucional.

Si persiste en su intención,. Señora Presidente, el que habrá ganado, independientemente de los resultados electorales, es Evo Morales Ayma. Habrá quedado claro que el cinismo, la viveza criolla, la falta de auto control, la miseria política  y la falta de valores están intrínseca e inexorablemente  ligados a la actividad política.

Usted, en vez de pasar a la historia como quien valientemente presidio elecciones imparciales como su antecesora Lidia Gueiler, será el objeto de ataques justificados e  injustificados, de fiscalización masiva, disconformidad absoluta y crítica despiadada. Ni Usted ni Bolivia se lo merecen.

Cuando no se han cumplido ni 9 meses de su posesión como presidente interina la única criatura que parece dar signos de querer renacer es la de grupos corporativos afines al MAS que en este aniversario patrio vuelven a recurrir al bloqueo inmisericorde incluyendo el de insumos médicos  como el oxígeno en pandemia, están dinamitando carreteras y destruyendo la convivencia civilizada.

Hasta hoy son pocas las iniciativas que su gobierno ha tomado para revertir los avances de estos forajidos asesinos irracionales. Pero de todas las cosas que podría hacer, está claro que renunciar a una candidatura inadecuada  y convocar a un gobierno de unidad nacional es la que le haría entrar por la puerta grande de la Historia y concitaría , en bien de su gobierno, su persona  y de la democracia boliviana el mayor apoyo nacional e internacional y el reconocimiento de las generaciones  presentes y futuras.

Reciba usted, Sra. Presidente, la expresión de mis mejores consideraciones

                                                                       

 

Luis Eduardo Siles Pérez

      Jefe Nacional

             MNR

 

 

domingo, 2 de agosto de 2020

Liderezas en tiempos de pandemia

Para poner a prueba liderazgos, no hay mejores contextos  que las guerras,  desastres y en nuestros  días, esa mezcla de ambas cosas que es  la pandemia del corona virus. Si hay un signo del mundo hoy es el de una incertidumbre espantosa que carcome el alma de millones de seres humanos. Ante el miedo que se hace presa de todos los que desde sus encierros  contemplan un vértigo de inquietudes, la imagen de la mujer líder se yergue  como la madre protectora que brinda amparo, decisión, y orientación en tiempos difíciles.

Ante lo desconocido, las especulaciones de las teorías de conspiración sobre el origen y tratamiento de la pandemia, la imagen de la canciller alemana Ángela Merkel impecable técnicamente y de competente sensibilidad,  tranquiliza  en su estilo teutónico, por que borra la desconfianza con un aire casi maternal que inspira solidez de mujer de estado, credibilidad,  y consuelo. Con otro estilo, Jacinda Arden, primera ministra de Nueva Zelandia también de gran nivel técnico, habló de declarar al conejo de Pascua un trabajador esencial y otras presidentes han hecho conferencias de prensa solo dirigidas a niños por que las mujeres líderes suelen priorizar a los más vulnerables.

En nuestro medio, la fuerza de la Alcaldesa interina de Santa Cruz Angélica Sosa, y el liderazgo consistente de la canciller Karen Longaric son puntos de referencia para quienes no encontraban ejemplos para considerar que la  tradición de lideresas bolivianas desde Juana Azurduy y Bartolina Sisa  a Lidia Gueiler, contaba con emulas contemporáneas.

Si la resistencia contra  la pandemia en Santa Cruz tiene un nombre  es el de la Arq. Angélica Sosa quien junto al Dr. Oscar Urenda agarró el toro por las astas, aun a riesgo de su propio contagio y capital político. Incansable, valiente, con un solvente manejo de la problemática, planteando soluciones y ejerciendo un genuino liderazgo arropó a Santa Cruz en estos días grises a pesar de las limitaciones propias del contexto local. Intuyendo la gravedad de lo que se venía antes que la mayoría, Sosa, indiferente a las críticas, insistió en la cuarentena a pesar de la indisciplina social, armó centros sanitarios, distribuyó alimentos, exigió transparencia en las cifras y conduce la batalla en el epicentro que es Santa Cruz de la Sierra.

Karen Longaric, por su parte, asumió el reto de formular la política exterior de Bolivia antes y durante la pandemia, luego de 14 años de masismo en el los que las decisiones se tomaban en base a intereses ideológicos, no nacionales. Jefa de un variopinto gabinete, Longaric destaca por la pulcra seriedad de sus decisiones y posicionamientos  que obedecen por lo demás  a un plan sobre política exterior que formuló antes de ocupar el cargo. Tanto en el manejo de las relaciones con Chile en plena pandemia, como en la presencia de representaciones de un gobierno que el chavismo internacional quiso etiquetar de golpista, como en la promoción del comercio internacional de Bolivia o en el manejo de la crisis de los alojados en la embajada de México,  la canciller trajo consistencia y profesionalismo. Ejerciendo una responsabilidad para la que estaba preparada como pocos, la Sra. Longaric ha producido en poco tiempo un cambio positivo en la imagen internacional de Bolivia y probado que la gestión de una mujer en la cancillería puede ser reflejo de la combinación entre técnica y elegancia.

En este recuento, quisiéramos mencionar a la Presidente Añez o a la Senadora Eva Copa con similares razones. No obstante, al  intentar Añez la reelección inmediata candidateando contra el sentido común, hipotecó no solo el destino de su administración, sino que se cortó a sí misma posibilidades de gestión y de generación de genuino poder político. Ocupada en no cometer errores de campaña, aparentemente secuestrada por un varonil entorno, parece ausente del desafío de la pandemia, o del de las relaciones exteriores limitándose, calculadamente,  a presentar teóricas buenas noticias en videos. Pudiendo ser la madre de la nación en estas circunstancias prefirió escoger ser la hija de una parcialidad y su proyecto político hoy se asemeja al de un pedazo de hielo bajo el sol ardiente.

Por su parte la joven y poco conocida  presidente del Senado tiene aún por demostrar si es capaz de marcar una ruptura con el terrorismo de su partido y asumir posiciones constructivas y democráticas o si continuará en la nefasta senda de la confrontación racial y política así como el del sabotaje a la democracia y a la paz social con el que su mentor dividió y envenenó el alma de los bolivianos mientras despilfarraba el dinero de todos sin invertir prácticamente en salud. Su participación en el rechazo parlamentario del primer crédito necesario para  las victimas del virus  es una pésima señal de su verdadera identidad e intenciones.


jueves, 28 de mayo de 2020

Interesadas simplificaciones



                                                                                                                                  
Parte de la involución en la calidad de la interpretación política, reducida  a consignas simplonas  que se repiten con una furia medieval, es la idea de que “si críticas a “A” es porque estas con “C”, simplificación grosera, casi estúpida, consecuencia de un mundo dividido entre “lovers”  y haters” donde no se ven grises, colores o matices solo se percibe una realidad donde todo es simple y fácil porque es binario, dividido, mecánicamente y sin apelación, en blanco o negro.

De esta forma se reducen realidades complejas y multivariables a una ilusión de simpleza  y se evita el proceso de estudiar, debatir e intentar comprender la  política y a los actores políticos como objetos de análisis que requieren de sofisticación analítica además de instinto.

 Así, habiendo sido anti masista desde el 22 de enero de 2006, basta que alguien manifieste su indignación con la reciente seguidilla de desaciertos del gobierno para ser tildado de “masista” o asimilado.
Lo propio ocurre con los que con gran frivolidad creen que de la lucha de 14 años, en la que gran parte de una generación sufrió discriminación, solo cuenta lo hecho en los últimos 21 días, negando los mártires de un proceso que va desde Roger Pinto a Cristian Urresti, pasando por más de 130 muertos, y miles de exilados, presos y perseguidos.

Los compulsivos del cálculo político creen que todos son de su condición, por ende criticar a “A” favorece a “B” y dan por descontado que si alguien lo hace es porque, desprovisto de principios y ética se deja, como ellos, controlar por su maquiavélica, interesada y mezquina mentalidad.

Los que critican el rumbo que ha tomado el gobierno de la señora Añez, su doble e inaceptable condición de candidata y presidente, la corrupción y mal uso de bienes públicos, no tienen, ni en su peor pesadilla, la idea de ver en el MAS una alternativa, son cabalmente los que creen que JUNTOS y su dirigentes estuvieron demasiado cerca del MAS durante 14 años y acabaron pareciéndoseles tanto que llegados al gobierno solo atinaron a comportarse con similares truculencias y cinismo. A quienes les irrita tanto cinismo, no han calculado beneficiar a nadie, solo a los que ya no quieren más cinismo.
Los críticos solo pretenden que Añez decline su candidatura, el pecado original de su gestión y  reconduzca las cosas.

La polarización entre “el MAS agrupación de “salvajes” y “nosotros” los de “Santa Jeanine” es la estrategia de la campaña oficialista cuyos artífices pretenden que les reditúe electoralmente de la misma forma que esa interpretación por parte del electorado  le sirvió a Carlos Mesa para acumular dos millones de votos y posicionarse como la personificación del voto” útil” en octubre de 2019.

A JUNTOS le sirve victimizarse mientras muestra un némesis sin aptitudes democráticas y mete miedo con sus acciones, a veces puestas en escena, para inspirar terror e incertidumbre y al MAS le sirve la destapada corrupción oficialista que insufló vigor en su discurso y que ya puede, implícitamente, compararse con los “otros” ladrones.

El intercambio de lodo reciproco entre los 2 frentes, en teoría los más extremos del espectro partidario, tiene exclusivamente un ganador que es obviamente el cercador de ciudades y una gran perdedora que es la democracia boliviana.

 La “forma evo” de hacer las cosas, el desparpajo del “yo le meto nomas”  de las puestas en escena, del engaño casi compulsivo, ya está siendo institucionalizada. El tráfico con la justicia, el juez Huancani  detenido como si rigiese la ley de la selva, la utilización de recursos públicos en campaña, la declaración de reserva del proceso, el hecho de que la presidenta solo grabe videos y no responda preguntas, lo prueban. Qué decir del  tufo a impostura en el que el “caiga quien caiga” solo sirve para maltratar a un incauto veterano ministro mientras el señor Mohammed Mostajo se pasea por el país, como, guardando las distancias, lo hacía la Sra. Achacollo.

El gobierno ha perdido el apoyo de gran parte de los partidos anti masistas y de no pocos ciudadanos independientes  lo que ha llevado a algunos dirigentes del MAS a creer que pueden frívolamente jugar el rol de una oposición convencional es decir de un partido que critica y  exige elecciones como si nada pasara al mismo tiempo que incentiva acciones de desestabilización.

Como si no estuviera en la memoria de los bolivianos los 14 años de corrupción y despilfarro, de violaciones y crímenes contra los derechos humanos.  Realidad histórica que el superlativo cinismo del candidato masista no podrá nunca cambiar, aun si tiene la desfachatez de pedir  un bono de más de 500 bs cuando sostuvo que con 100 alcanzaba, de reivindicar libertad de expresión cuando ellos la violaron o de hablar de transgénicos cuando fue Morales el que inició su legalización.

La polarización que se fomenta con fines electorales, sustentada en la simplificación y división entre “lovers” y “haters”, podría concluir en que muchos acaben por olvidar lo que realmente fue el masismo. Ello también sería la consecuencia de no haber iniciado las investigaciones, procesos y sanciones tanto en materia de corrupción como en los diferentes casos de violación de los derechos humanos en los 14 años de  oscuridad masista. Es jugar con fuego.
 

Pudo ser Lidia pero parece que va camino a ser emula de Evo


En medio de la pandemia las elecciones han sido postergadas para una fecha aún no muy precisa. La Paz social que aparentemente existe es solo una ilusión provocada por la cuarentena, no se debería apostar a que durará indefinidamente. Nunca es tarde para restituir la ética y la decencia a un proceso político. ¿No será el momento en que la Señora Jeanine decline su candidatura y convoque a un gobierno de unidad nacional para fijar prioridades para el resto de su gestión?

Las semejanzas entre Jeanine Añez y su gobierno con Evo Morales son cada día más evidentes, lo que ha llevado a un fin de la luna de miel que, como todo gobierno novel, mantenía con la mayoría ciudadana. Lejos de alegrarnos, esto nos preocupa. ¿No era ella la que iba a representar un gobierno distinto, una verdadero cambio poco menos que de era?

Cuando asumió, la mayoría sentimos una bocanada de aire fresco que nos hizo dar por derrotado un estilo de gobierno cargado de corrupción, amedrentamiento, narcotráfico, toma del sistema judicial y electoral y de todos los desaciertos que mancharon nuestro país durante 14 años. Ella simbolizaba el comienzo una etapa de transición que nos llevaría a alturas iluminadas después de años de oscuridad. Fuimos muchos los que participamos en la lucha por recuperar la democracia y la expectativa y optimismo eran  grandes.

Cuando llegó a la silla presidencial insistí que ella debía de cumplir la labor de Lidia Gueiler, una etapa de transición, convocar a elecciones y asegurar la pacificación, una oportunidad para quien tenga genuinos valores espirituales. De haber imitado a quien fuera la segunda presidente mujer de América, hubiese acumulado un capital político mayúsculo y asegurado su presencia en las lides políticas con respeto nacional e internacional por mucho tiempo. Pero con tristeza, hoy por hoy da la impresión de que  de tener la posibilidad de ser  Lidia, Jeanine parece estar en camino en pasar a la historia como una emula de Morales.

Pese a haber prometido varias veces que no sería candidata, Jeanine Añez faltó a su compromiso y pasó a ser simultáneamente presidenta y candidata.  De confirmarse la misma se convertirá en el segundo presidente de este siglo en candidatear a la presidencia estando en funciones. El otro fue Evo Morales Ayma.

El expresidente alegaba que lo discriminaban por  indígena, el  entorno de la Sra. Añez  se encarga de victimizarla por ser mujer, respondiendo a las críticas señalando el inveterado carácter misógino de quien las haga. Morales utilizaba ritos pre hispánicos para poner un sello de espiritualidad “indígena y ancestral”, al mismo tiempo que abogaba por el laicismo. Añez, por su lado, no era especialmente conocida por religiosidad, pero  utilizó durante sus apariciones la Biblia como  símbolo y hasta el ayuno como solución.

Sus ministros y hasta su familia utilizaron aviones oficiales para asistir a eventos violando la cuarentena emulando así uno de las costumbres más criticadas de Morales que iba en helicóptero las 30 cuadras que separan la residencia presidencial a palacio.

Los viernes se distribuye una edición gratuita del periódico Bolivia (antes Cambio), cuando los diarios del país atraviesan una de las peores crisis debido a la cuarentena. La Asociación Nacional de Prensa califico esto como competencia desleal y decenas de firmas del gremio  enviaron una carta pidiendo ayuda. Hasta hoy no se conoce una respuesta. Al igual que lo era el pasquín Cambio, el vocero oficialista de hoy solo realiza loas y zalamerías al poder con muy poca critica o investigación.

La Sra. Añez solo aparece en televisión para anunciar bonos y otras “buenas noticias”, un paso más allá de Evo Morales que cuando era confrontado a algún tema álgido alegaba “desconocimiento “, ella sencillamente no los toca.

Comparablemente al gobierno del MAS en el que había información reservada, hoy en día solo existe información parcial sobre los contagios, fallecidos y recuperados de la pandemia pero escasamente sobre los insumos médicos, el destino de las donaciones o en definitiva, datos concretos sobre las tendencias que goce de credibilidad oficial.

Se avecina una descomunal crisis económica, la Señora Añez ya dispuso ingentes cantidades de dinero contrayendo deuda para repartir efectivo a una gran parte del país, lo que era una necesidad inaplazable dada la pandemia. Tampoco ha abrogado el decreto 3973 que  permitió las “quemas controladas” y que fue el origen de los dantescos incendios de la Chiquitania en 2019 en el que se perdió un millón de hectáreas de bosques y miles de millones de animales se quemaron vivos.

Sin intentar abrir el debate, la presidenta aprobó entre gallos y medianoche, el Decreto 4232, que acelera el proceso para que en Bolivia se trabaje con semillas transgénicas irrespetando lo explícitamente establecido en la Constitución. En los últimos días intentó poner en vigencia muy cuestionadas restricciones a la libertad de expresión, después retrocedió solo para enredarse en un confuso episodio sobre respiradores y su utilidad.

La Presidente y su partido debieran recapacitar sobre la pertinencia de su candidatura.

 

 

 


Estado y Capitalismo en épocas de coronavirus


                                              

Para los liberales, y con mayor énfasis  para  los que defienden las ideas libertarias muy en boga últimamente, el Estado debiera reducirse a su mínima expresión, y como fin último, prácticamente desaparecer.  Desde John Locke y Adam Smith el estado tiene como único fin proteger los derechos individuales de los miembros de la sociedad; el mejor estado es el que menos interviene. El liberalismo clásico es reacio a un estado fuerte y a gravar con altos impuestos a los ciudadanos.

Lo objetivo es que desde el punto de vista de la creación de riqueza, de la innovación y la creatividad pocos disputan la idea de que el liberalismo y su mecanismo procedimental el capitalismo, funcionan y cumplen sus objetivos mejor que cualquier otro sistema. Como afirmara Henry Hazlitt[1]: "El sistema capitalista, es un sistema de libertad, justicia y producción. En todos estos aspectos es infinitamente superior a todos los otros sistemas que son siempre coercitivos. Pero estas tres virtudes no deben separarse. Cada una de ellas surge de la otra. El hombre sólo puede ser moral cuando es libre.”

Una de las grande paradojas de la predominancia del capitalismo por sobre el socialismo en términos generales tiene que ver con la galáctica disparidad entre los más ricos y los más pobres a nivel mundial. “Las ocho personas más ricas del mundo, todos hombres, acumulan en sus carteras más riqueza que la mitad de la población del mundo más pobre, unos 3.600 millones de personas.[2]

La superioridad objetiva del liberalismo a pesar de este problema estructural altamente preocupante, junto con un relativo estado de ausencia de conflictos bélicos,  llevó a mirar con gran optimismo la situación del mundo en las primeras décadas del siglo 21 a pesar de muchos otros desafíos como el calentamiento global, la desaparición de las especies vegetales y animales y la contaminación. 

 En palabras de Etxbarria Apalategui[3] “Los datos demuestran que el mundo no empeora, sino que mejora. Vivimos mejor que nuestros antepasados: la esperanza de vida aumenta, la mortalidad infantil desciende, el analfabetismo se reduce, la riqueza y la renta es mayor, la pobreza extrema va mitigándose, la igualdad de género va siendo cada vez una realidad más palpable, las posibilidades para vivir una vida sana están cada vez más en nuestra mano y somos más libres. Sí, a pesar de todo.”
En ese contexto general, la pandemia del corona virus se cierne como un disuasivo contundente para quienes sostenían la superioridad absoluta del liberalismo/capitalismo, la necesidad de achicar el estado, el “fin de la historia”  y para los demasiado confiados en su optimismo.

En efecto, la pandemia, previsible para algunos, una inmensa sorpresa para la mayoría, pone en tela de juicio la eficacia de los instrumentos del liberalismo y sobretodo la idea de qué otra cosa que el estado con una gran E puede administrar sus dimensiones sanitarias, económicas, sociales y hasta psicológicas y culturales. 

Si no tendríamos estados nacionales e instituciones públicas, locales, nacionales e internacionales  para enfrentar a este monstruo desconocido es bastante seguro que no habría sencillamente forma de enfrentarlo. Seria inimaginable que solo los mecanismos del mercado, las manos y brazos invisibles, la fuerza de la iniciativa privada y el impulso del interés individual, tendrían siquiera sentido alguno sobre todo al inicio de este desafío para despegar los recursos organizacionales que la situación requiere.

El desafío sanitario del coronavirus, la administración de la información, la repartición de insumos y equipos, los lineamientos estratégicos y el costo  de los tratamientos  solo puede ser enfrentado por los ministerios de salud del mundo, la imperativa  universalización de las políticas públicas no admite ni siquiera la distinción publico privada y ha de, esencialmente, considerar a todo ser humano contagiado como merecedor de igual tratamiento.

En los Estados Unidos todo el debate político sobre el seguro médico ha sido momentáneamente zanjado por el Presidente Trump[4]  ante las circunstancias instruyendo a todos los hospitales privados de acoger a pacientes sin seguro asegurando que el estado federal cubrirá los costos.
En el ámbito de las consecuencias económicas del apagón económico mundial resulta inconcebible una situación donde los estados centrales no hubiesen asumido un rol más que protagónico para intentar amortiguar el shock sobre el empleo, evitar el colapso de las bolsas y asegurar desde la cuasi paralización del tráfico aéreo mundial y el no pago de los servicios básicos, incluyendo el internet, hasta en algunos caso los alquileres e incluso la alimentación de cientos de millones de personas.

 Todo eso y mucho más solo lo podían haber decidido e implementado, en su inmensa y sin precedentes complejidad conceptual y logística, los estados nacionales y las reparticiones públicas  de todo el orbe. Estados Unidos inyectó más tres billones en la economía[5] y la unión europea medio billón sin contar las inyecciones de sus estados miembros por separado pero en ambos casos y en el de países súper poblados como la India y China han asegurado la sanidad y la seguridad públicas[6] en condiciones nunca vistas, apenas imaginadas.

Guardando las distancias y sobretodo las proporciones en términos demográficos, en Bolivia toda la formulación e implementación de las políticas sanitarias y económicas para resistir la pandemia han estado a cargo de un gobierno transitorio apoyado en los medios del estado desmantelado y politizado que se heredó del masismo.

Pero a pesar de las inverosímiles  limitaciones de toda índole, incluyendo el irracional y criminal hostigamiento de Evo Morales y sus adláteres  hasta la fecha el ejercicio puede ser calificado de relativamente aceptable en la dimensión sanitaria en relación a lo ocurrido con países comparables. A pesar de haberse auto infligido una seria herida en términos de credibilidad y confianza al proclamarse candidata a la presidencia, apoyándose en la legalidad constitucional masista, la señora Añez ha logrado enfrentar  la pandemia en las necesidades de muy corto plazo, cerniéndose no obstante una gran incertidumbre sobre lo que ocurrirá en el mediano termino sobre todo a nivel económico.

Resulta imperativo que se defina, por ejemplo,  un mecanismo de concertación política que, empezando por el tema de las elecciones nacionales y sub nacionales construya una mínima legitimidad a las decisiones que un gobierno transitorio está tomando ya que las mismas tendrán consecuencias estructurantes hacia el futuro. Lo que se decide hoy, endeudarse para dar bonos, apoyar a ciertos sectores y no a otros tendrá consecuencias prácticamente imposibles de revertir por los próximos gobiernos cuya legitimidad emergerá de las urnas.

Si algo puede resultar positivo de toda esta crisis es revalorizar la idea que el estado, antes que abstracciones jurídico burocráticas, son personas.  “Revaloricemos y agradezcamos hoy a quienes prestan los servicios esenciales del Estado. El rol de quienes están en la trinchera por el otro –en más de una ocasión vapuleados- médicos, enfermeros, trabajadores sociales, policías, militares,  prestadores de servicios en general que dependen de una sola decisión: la de poner lo mejor del país -y del Estado- a favor de todos para ser mejores.”[7]  En la post pandemia, en el marco de un debate que debe empezar ya, quedara claro que ninguna ideología con pretensiones historicistas , definitivas, ninguna sombra de fundamentalismo excluyente tiene ya espacio ante una realidad que es totalmente nueva y en la que se ratifica la necesidad de combinar un nuevo estado con las fuerzas de la creación de riqueza.





[1] Citado por J Milei https://www.cronista.com/columnistas/La-superioridad-etica-del-capitalismo-20161018-0028.html
[2] https://www.bbc.com/mundo/noticias-38632955
[3]   https://www.deia.eus/opinion/tribuna-abierta/2020/01/21/razones-optimismo-global/1012934.html
[4] https://www.nytimes.com/2020/04/03/upshot/trump-hospitals-coronavirus.html
[5] https://elpais.com/economia/2020-04-24/ee-uu-inyecta-tres-billones-de-dolares-en-su-economia-desde-el-inicio-de-la-pandemia.html

[7] https://www.infobae.com/opinion/2020/03/27/el-coronavirus-reavivo-un-debate-necesario-cual-es-el-rol-del-estado/

jueves, 15 de junio de 2017

Minibucerdos

El ofensivo  título de este artículo fue tomado de lo escrito por un facebookero que merece permanecer anónimo por su intolerancia y poca calidad humana. Lo uso provocativamente por que resume espléndidamente la posición del gobierno municipal de La paz y de un significativo sector de la sociedad paceña.

Para este ejército de descontentos los trabajadores del volante no tiene familias ni derecho al trabajo y si les reconocen tal cosa igual hay que odiarlos y denostarlos.

Las redes sociales han servido de escenario para transmitir con la impunidad que brinda cierto nivel de anonimato la idea de que en La Paz hay que librar una verdadera guerra en contra de los conductores de minibuses. La idea es aquí que estos caballeros tiene que ser poco menos que expulsados de la ciudad y condenados al destierro, como en el medioevo, estigmatizados, discriminados con argumentos clasistas y racistas.   Con una actitud a medio camino entre una histérica intolerancia y una desatada prepotencia la alcaldía y muchos twitteros en otros temas muy democráticos, sumados a esas instancias de supuesta representación hibridas que son las juntas vecinales todos coinciden en agredir, insultar descalificar, generalizando, a todo el sector.

Nadie niega que el minibusero promedio tiende a ser descortés e impaciente, conduce a menudo en forma agresiva,  que algunos son desaseados y que sus vehículos están a veces en malas condiciones, que convocan a pasajeros a bocinazos, una costumbre insoportable, entre otros problemas. Obviamente esta descripción no se ajusta a todos, probablemente ni siquiera la mayoría pero es evidente que la calidad del servicio adolece, en su conjunto de serias deficiencias aunque alguno podría legítimamente argumentar que se trata de un servicio  de precio bajo, muy competitivo, rápido y casi siempre disponible.

 Pero el trabajo que llevan a cabo debe ser de los más estresantes que es posible concebir en una ciudad. Expuestos al ruido constante, al trafico incesante, al mismo malhumor de los pasajeros y a su equivalente en agresiones y falta de cortesía, los minibuseros tiene en muchos casos que trabajar para otro, en cuyo caso son casi trabajadores informales y mal pagados o son deudores de las cuotas mensuales del minibús al banco o a proveedores. 

Sentados gran parte del día, respirando la contaminación que caracteriza ahora a la ciudad, sus condiciones de trabajo son las de los “tiempos difíciles “de la modernidad. Peor aún, generalmente de poca formación, los minibuseros parecen no haberse dado cuenta que agarrar a chicotazos al infractor en un paro es pésimo para su propia imagen, sin hablar de que evitar el paso de una ambulancia en igual circunstancia es un acto criminal, aunque imite lo que el actual presidente hacia e instigaba hacer en sus primeras épocas de lucha sindical.

Lo más grave en este asunto es que ellos son, no obstante, un reflejo de lo que nuestra sociedad es, un conjunto en el que se privilegia el corto plazo por sobre lo estructural, en la que cada interés específico es más importante que el general y en la que  los conflictos y las demandas se intentan solucionar por la presión o la presión. El gobierno municipal encara pues el desafío de enfrentarse con minibuseros promoviendo su descalificación social y ellos se defienden a bloqueo limpio, incluyendo prácticas censurables como las ya mencionadas.

Es la autoridad la que debe definir políticas publicas integrales sobre la problemática del transporte en este caso en el municipio paceño y debe hacerlo extremando esfuerzos para concertar y velar por el interés de todos. Esta gente esta defendiendo su derecho a trabajar y su poca formación no los hace menos ciudadanos de este país ni les quita sus derechos, menos autoriza a estigmatizarlos.

Los que, como en el caso de la ambulancia impedida de pasar violen la ley deben ser sancionados con todo el peso de la misma pero al mismo tiempo se debe trabajar, no en insultar sino en ofrecer oportunidades de formación y capacitación que desemboquen en la reconversión laboral y les permita una salida. 

Atrincherados cada uno en sus posiciones, prescindiendo en un cien por ciento de la necesidad de situarse en el lugar del otro, sin debatir desarmados espiritualmente el único resultado plausible será el del resentimiento y el odio, para quien pierda  esta y todas las pulsetas de esta índole.

En realidad es la forma masista de encarar la resolución de conflictos, que la alcaldía de la paz, ex aliada aplica con todo rigor.  Presión vs presión, descalificación total del otro, imposibilidad de transacción y si se puede sumar la fuerza de una turba, ideal. Así no construiremos más que división. 

miércoles, 8 de febrero de 2017

El Imprescindible entronque

En el abigarrado  escenario político actual, tapizado de lo que los voceros de Trump han bautizado como “hechos alternativos” eufemismo para manipulación populista a escala global, lo concreto es que oficialismo y oposición se han desgastado prácticamente al mismo ritmo. El MAS  en vías de ser enterrado por las “1000 maneras   de robar” que se le achacan con amplísima variedad de indicios así como la puesta en evidencia de las galácticas contradicciones entre lo que hace y lo que dice,  sucumbe bajo la corrupción e inmoralidad y  la revelación de su manipulación de lo medio ambiental y de lo “indígena“, categoría construida solo para su utilización electorera. 

La oposición parlamentaria, por su parte, lleva el mismo tiempo que el MAS hundiéndose en sus limitaciones, contradicciones y miserias. Con heroicas excepciones  individuales, la oposición divagó entre intentos de unidad y razones para la división, fue desde avalar la constitución de la Calancha hasta apoyar el referéndum revocatorio y después hacerse las víctimas. 

Entre Tuto el viajero y Doria Medina el “perseguido político” que invierte 40 millones de dólares en el país en el que lo persigue lo que reina aquí es la ausencia de proyecto, la falta de  sinceridad e integridad. Casi sin darse cuenta la oposición ha pasado a ser parte de la farsa oficialista y el oficialismo se solaza al mirarse en un espejo tan patético.  Mezcla de una anciano chiflado que oficia de alcalde, un millonario que ofende a los verdaderos perseguidos políticos, dos  ex vice presidentes con la reputación de haber traicionado a quienes los promovieron,  artífices de lo que dicen  combatir y un ex prefecto convertido en hipotético futuro alcalde,  las cabezas de la oposición son el reflejo de la falta de capacidad genuinamente política y de espíritu nacional.

Al margen de esta patética dicotomía, minimizados en un mundo en lo que se valora es lo no genuino y se rechaza lo auténtico,  las corrientes nacionalistas, las kataristas, las genuinamente comprometidas con el medio ambiente y en el fondo las del país real. La nación que debate sobre la necesidad de estudiar el pasado con objetividad pero que se preocupa sobre el futuro y lo que quedara cuando haya concluido la oscura noche masista.

El Katarismo y el MNR están entrelazados en esencia y espíritu más allá de las etiquetas y reivindicaciones en todos y cada uno de los pasos de la gesta de la revolución nacional. Katari vistió terno y corbata en 1952 de la misma manera que el cholaje movimientista se reivindica hoy aymara y quechua. El voto universal, la reforma agraria y la transformación educativa de 1953 son la expresión más lograda de la combinación de visiones kataristas, nacionalista y revolucionarias, son la suma de anhelos logrados combinado fraternalmente la convicción de un futuro mejor.

El MNR y el Katarismo  demostraron con la reforma educativa de 1994   y los cambios a la constitución del mismo año, en la que se incluyó el reconocimiento al carácter multiétnico y pluricultural de la nación así como de los derechos económicos sociales y culturales de los pueblos de Bolivia  como las tierras comunitarias de origen, la potencial sinergia de esa suma de fuerzas.
Pero fue sobre todo a  través de la Ley de participación popular que la visión nacionalista  revolucionaria  y katarista logró resultados estructurales que cambiaron a Bolivia para siempre, obteniendo avances inconmensurablemente  más significativos que todos los discursos que en  nombre de aymaras, quechuas y guaraníes  se hicieron después. 

La ley de participación popular, un proceso iniciado por la suma de ambas fuerzas políticas transformo la realidad del hombre boliviano en todo el territorio no solo ampliando competencias de municipios mediante un inédito crecimiento en los ingresos basados en la población,  sino iniciando la incorporación verdadera del hombre y la mujer del mundo rural, y sembrando las bases de la democracia local y de la planificación participativa, entre otros. 

Le habrán cambiado el nombre, pero al igual que tantas otras estructuras jurídicas rebautizadas en la forma la participación popular sigue intacta en el fondo y en la lógica de distribución de poder político y económico y mira, altiva,  los insultos histéricos de García Linera.  Contrastarla con  la “política” de  regado de canchas de césped de plástico y la construcción del museo más absurdo de América es una ofensa al sentido común.

Hoy, ante el inexorable vacío  de genuina actividad política que el populismo ha dejado y ante el despilfarro y corrupción en un contexto de crisis moral y de valores, urge reconstruir los cimientos de una suma que es exponencial, la de la legitimidad y dignidad del genuino Katarismo con el nacionalismo revolucionario, la única combinación posible para reivindicar la harmonía y la fraternidad entre mujeres y hombre ávidos de vivir en un paradigma eminentemente republicano pero global y  libertario.

La suma de ambas visiones aplicadas a políticas publicas concretas es la única esperanza de revertir, por ejemplo, la oscuridad de contrabando y narcotráfico en la que se ha sumido  a una gran parte del mundo rural y sub urbano y sustituirlo por un país de  productores, industriales y artesanos que produzcan para el mundo con licencias, tecnologías y dignidad. Es así mismo la última oportunidad para restituir la propiedad del agricultor en el altiplano y valles, propietario parcial de su tierra ya que no le puede dar un uso mercantil. 

Es, la perspectiva de construir un país donde el respeto al medio ambiente y la  diversidad ecológica no sea una farsa hipócrita sino una política pública concebida con respeto y soberanía, una nación en la que el sistema de Justicia inspire respeto y no escalofríos de desconfianza y miedo.  Es  la posibilidad de recuperar la identidad nacional y la república  y el largo plazo. 

Linereadas


Sobre todo después de la derrota del 21 de febrero el señor García Linera ha llamado la atención por la enfervorizada si no es histérica forma en que protagonizó una campaña dirigida a audiencias en las que, muy lejos de debatir,  se encuentra en posición de matón depredador  como cuando habla a niños en las escuelas.

El estilo barroco en la forma adquirió matices de excentricidad y finalmente  de franco desequilibrio, habiendo sido su salud mental puesta en cuestión no solo por sus hiperbólicas alusiones al sol y la luna sino por las muy graves, cobardes y miserables exhortaciones a que los niños se “pongan”  cartuchos de dinamita al estilo de los suicidas pseudo islámicos.

Más allá de la forma, el lenguaje verbal y corporal ríspido y la tonalidad hosca y áspera de su peroración que,  lo patológico es la distancia entre lo que Linera dice y lo que ha hecho.
En la última de sus alocuciones dirigidas a un público escolar, Linera ha expresado que “Si luchas, eres antiimperialista, anticolonialista y anticapitalista; el cielo es de vos.”

¿Anticapitalista?

Solo un trastornado podría afirmar, después de diez años de ejercicio casi irrestricto del poder que existió o existe un residuo de genuino anticapitalismo en la práctica masista, aunque las políticas económicas del gobierno se caracterizan por ser una suerte de capitalismo de amigotes como el que describe Gloria Álvarez, un capitalismo en el que se beneficia a determinados grupos de poder, es ostensible en el caso del grupo TOYOSA o a familiares del entorno presidencial y vicepresidencial, un capitalismo de tráfico de influencias pero económicamente algo que se asemeje al “socialismo” no es, salvo en la retórica. Ningún aspecto de lo que es una economía predominantemente capitalista,  libre mercado,  libre fijación de precios y tasas de interés, libre circulación de bienes, el lugar de la propiedad privada, la cooptación sindical, la libre contratación, el poderío del sistema financiero ha sido tocado, ni siquiera epidérmicamente aunque obviamente los niveles de corrupción amiguismo y manipulación política distorsionan lo que debiera ser una sana competencia entre agentes económicos. Es más se ha incentivado aunque matizado por la corrupción, la  competencia en la producción de coca y cocaína, el contrabando así como la depredación de áreas protegidas y de los ecosistemas, la violación de los derechos laborales extremos que republicas que fomentan la libre empresa obviamente no permiten,  Bolivia es hoy, como lo fue desde 1985 pero mucho más un país de libre comercio donde la mano invisible ha sido remplazado por el tráfico de influencias y la coima invisible, y nada de lo que la retórica constitucional diga o los fetiches de empresas estatales en su mayoría quebradas cambia un milímetro a esa realidad.

¿Antimperialista?

Más que anti imperialista, la versión local del idiota latinoamericano, que personifica el falso licenciado y terrorista es anti norte americana, Por razones que presumiblemente se remontan a complejos individuales y colectivos es a los Estados Unidos a los que hay que odiar, no incluyendo esto a Europa, Canadá y mucho menos al gran imperio Chino, que ha venido a ocupar en la práctica, el lugar que Estados Unidos solo ocupo en la mente y en la consigna populista.  El caso CAMC parece ser la punta del iceberg de una verdadera invasión de súbditos chinos en su mayoría ligados al gobierno imperial, no de empresarios privados o turistas. Lo que hay aquí es una genuina ocupación del territorio, la economía y los recursos naturales de Bolivia por parte de capitales y personas venidas del imperio de oriente, la segunda economía mundial, con el afán de acabar como termitas con la riqueza nacional, sin inhibirse ante las leyes y fomentando la corrupción entre estados.  Esta genuina completa e indiscutible venta y entrega de la patria a los chinos supone además una consecuencia de gran devastación sobre la estructura laboral, social e incluso cultural de nuestros habitantes, especialmente los aymara y quechua, muchos de los cuales son obreros, mercaderes y trabajadores del campo y las ciudades así como empresarios y emprendedores  y que son en casos empleados violando las leyes y en otros sufren de una competencia desleal ya que ellos no tiene a un estado imperial que los socape.

¿Anticolonialista?

La entrega de Bolivia al imperio chino se acompaña de la utilización de categorías discursivas manipuladas para dar la impresión de que existe aquí un proceso de descolonización el mismo que no es verificable a nivel empírico ni en lo que concierne a la economía, entregada al imperio chino, ni como categoría sociológico cultural. En un mundo en inexorable e irreversible proceso de globalización económica, y cultural la hipotética descolonización puede prescindir de la segmentación de Bolivia en grupos discriminados en base a su hipotética raza o color de piel. Esto no es anti colonialismo, es fascismo y un retroceso de décadas que ha dividido y enfrentado innecesariamente a los bolivianos creando a ciudadanos “indígenas”  como si los que supuestamente no lo son fueran “alienígenas” y reeditando la manipulación de lo aymara y quechua con fines de beneficio político partidario como hubo  la tendencia a hacerlo en los años sesentas y setentas y el pacto “militar campesino”, un “pacto” para que los poderosos sigan usufructuando del poder y la corrupción

¿El cielo es de vos?

La retórica vicepresidencial merece ser objeto de un estudio más detallado ya que detrás de la lógica de odio, terrorismo y el un nivel de cinismo descomunal y surrealista se esconde una de las razones que ha generado violencia, agresividad, linchamientos y ha enfermado el alma de Bolivia, a tal punto que las recientes muertes en la Alcaldía alteña el linchamiento del vice ministro de seguridad interior y la masacre de 6 mineros se han vuelto eventos banales.  Ese es el “cielo” de García linera, un  infierno por que algún día será juzgado.